LVMH se prepara para su propia serie de “Succession”
El multimillonario francés Bernard Arnault dio la bienvenida esta semana a sus hijos Fréderic y Alexandre en el directorio del mayor grupo mundial de artículos de lujo, donde ya se sientan Delphine y Antoine Arnault. De por medio un imperio de 400 mil millones de euros.
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Bernard Arnault ha dedicado cuatro décadas a transformar la constructora que heredó de su padre en el líder del sector del lujo LVMH, convirtiéndose en una de las personas más ricas del mundo en el proceso.
Meticuloso, exigente y a veces despiadado, a sus 75 años Arnault sigue profundamente implicado en la gestión de su imperio y no le gusta hablar de la sucesión con extraños. Pero tras bastidores, el multimillonario, que en 2022 amplió a 80 años la edad límite para ejercer sus funciones de CEO, está sentando cuidadosamente las bases para que sus cinco hijos dirijan algún día una empresa de más de 400 mil millones de euros.
Dos de sus hijos se incorporaron al directorio de LVMH en su junta anual el jueves, dejando solo al más joven sin asiento, mientras Arnault establece el relevo generacional tanto dentro de su familia como entre los ejecutivos que trabajan junto a ellos.
En juego está el futuro liderazgo del mayor grupo de lujo del mundo, que abarca desde firmas de moda como Dior y Louis Vuitton hasta hoteles y las joyas de Tiffany & Co, en un momento en que el sector afronta una desaceleración tras un boom sin precedentes en la pandemia.
Diferentes opciones
Personas cercanas al grupo afirman que es demasiado pronto para saber quién ocupará el máximo cargo. Aunque su hija mayor, Delphine, desempeña el puesto más alto dentro de su imperio como CEO de Dior y miembro del comité ejecutivo, existen posibles escenarios en los que dos o más de los herederos del magnate podrían dirigir la empresa de forma conjunta.
El tamaño y la cuota de mercado de LVMH exigen que su próxima generación de líderes tenga que ser más inventiva para mantener el crecimiento y reducir su dependencia de China, que impulsó la expansión del sector durante la pasada década, para ganar impulso.
Todos los hijos de Arnault trabajan en el grupo, donde han sido emparejados con mentores entre sus altos ejecutivos y preparados para sus funciones desde que eran jóvenes, lo que ha incluido acompañar a su padre desde que eran adolescentes en visitas a las tiendas o en viajes al extranjero.
Los accionistas votaron el jueves los nombramientos como directores de Alexandre Arnault, de 31 años y alto ejecutivo de Tiffany, y su hermano Frédéric, de 29 años y recientemente nombrado responsable de LVMH Watches. Delphine, de 48 años, y Antoine, responsable de imagen y comunicación del grupo, de 46 años, tomaron posesión de sus puestos de directores aproximadamente a la misma edad.
Se espera que el hijo menor de Arnault, Jean, de 25 años y responsable de relojes de Louis Vuitton, se una a sus hermanos en el directorio a su debido tiempo, según personas cercanas a LVMH.
Además de los cambios en las funciones de la familia, el director general del grupo, Antonio Belloni, de 69 años, dejará el cargo tras 23 años como mano derecha de Arnault, para ser sustituido por Stéphane Bianchi, responsable de relojes y joyería de LVMH y exCEO de Yves Rocher.
Tres de los cinco hijos han sido nombrados para nuevos cargos dentro del grupo y sus holdings desde principios de 2023, incluida la elección de Delphine al frente de Christian Dior, la segunda mayor marca del grupo, en febrero del año pasado.
En virtud de una estructura que Arnault estableció en el holding familiar en 2022 para reforzar el control y la unidad a largo plazo, los miembros de la familia poseen todos el mismo poder de voto y deben ser unánimes en las decisiones importantes relativas a LVMH, como los cambios en su participación accionaria o la dirección estratégica.
Arnault considera la experiencia operativa como un campo de entrenamiento para ello y celebra almuerzos regulares con los cinco hijos para hablar del negocio.
Para los inversionistas, el relevo era de esperar debido a las avanzadas edades de altos directivos de LVMH como Belloni, Sidney Toledano (72 años) y Michael Burke (67 años). El historial de LVMH en la selección de líderes es sólido y Arnault es conocido por ser implacable al destituir a los que no están a la altura, pero esa dinámica está cambiando según avanza la siguiente generación familiar.
Aunque gran parte del foco se ha centrado en la transición familiar, el ascenso de Bianchi a director general del grupo está orientado a la nueva etapa de LVMH.
Quién es Bianchi
Bianchi, de 59 años, se incorporó en 2018, lo que le convierte en un relativo recién llegado para los estándares de LVMH, donde la mayoría de los altos directivos llevan décadas con Arnault. Se le atribuye el mérito de haber ayudado a la empresa familiar Yves Rocher a superar una difícil transición generacional tras la muerte de su fundador, preparando al vástago Bris Rocher -de solo 19 años cuando Bianchi se convirtió en CEO en 1998- para hacerse cargo del negocio.
Fue contratado como uno de los posibles candidatos para el futuro liderazgo, ejemplificando con ello la costumbre de LVMH de barajar varias opciones.
Los líderes emergentes de LVMH tendrán que ser aún más astutos para seguir creciendo en un mercado mundial del lujo más maduro, donde el grupo es líder, sin el mismo impulso de China. Se calcula que LVMH ha pasado de tener una cuota del 14% del mercado mundial de los artículos de lujo en 2018 al 24% actual. Podría llegar al 30% en los próximos años.